Está en el orden de las cosas, incluso con los destiempos y retrocesos, hacer tiempo para las cosas que no se dijeron en su momento.
Puede que por eso hoy me sienta en falta, no solo por las heridas que no creí pudiera causar, sino por todas las cosas que no llegué a decir de cobardía.
Y entre esas cosas, una que aprendí de vos,
que nunca hay que decir perdón si va a volver a cometerse el mismo error.
Perdón.
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